lunes, 26 de julio de 2010

Argentina para armar (La patria industrial II)

La imagen, extraída de aca es difícil de leer, pero voy a escribir aquí lo que quería resaltar en este post.

Tarifas del gas en Mayo 2010, en pesos argentinos por metro cúbico:

Argentina: Tarifa industrial $0,636
Tarifa residencial $0,291

Chile: Tarifa industrial $2,572
Tarifa residencial $4,554

Brasil Tarifa industrial $2,399
Tarifa residencial $7,919

Las tarifas cobradas en cada país dan una cierta evidencia de la política seguida por cada uno de los países de la región. El caso Brasileño es un claro ejemplo de un país que orienta sus recursos a favorecer la industrialización: la tarifa cobrada a los usuarios particulares es más del triple que la aplicada a la industria. Es decir, la producción industrial es subsidiada por las familias. El caso argentino es el otro extremo. Es el único en el cual la tarifa de las industrias es mayor a la que pagan las familias. No sólo eso, sino que, además, ante la falta de gas son las empresas las que tienen que ajustar su producción y sufrir los gastos de energía.
La política del gobierno nacional es mantener tarifas bajas. Se trata de una polítca orientada al control de la inflación, tanto por las bajas tarifas en los hogares como por lo bajos costos de los productores, que permiten mantener precios bajos. Por supuesto, alguien tiene que pagar por la energía. ¿Quién lo hace en Argentina? El gobierno nacional, que en 2009 otorgó $16.000 millones en subsidios para el sector energético. El incremento del último mes, por la compra de combustible que hubo que hacer para enfrentar la repentina ola de frío que enfrenta el país, fue de una suma considerable. Se esperan subsidios bastante mayores para 2010.

El gasto en subsidios es, a priori, infeciente, dado que distorsiona los precios de los servicios y cambia los consumos. Quizás no se nota especialmente en la industria, donde el consumo de gas depende de la producción, pero sí en los hogares. En vez de fomentar campañas de ahorro de energía, la mejor forma para reducir el consumo es subir los precios. Pero claro, esto es tremendamente impopular. Si se quiere seguir subsidiando, sería bueno que se deje bien en claro esto a los consumidores: no se trata simplemente de una cuestión ecológica. Mientras más se gaste inncesariamente energía, mayores serán los subsidios que deba otorgar el gobierno nacional (por supuesto, financiados con el dinero de todos los contribuyentes).

"Por encima de un determinado nivel, un pequeño cambio en la demanda termina disparando los subsidios" explica Fausto Spotorno del estudio de Orlando Ferreres. El motivo es simple: los mayores subsidios son para cubrir la diferencia de precio entre el fueloil y el gasoil importados que deben usarse para abastecer la demanda cuando no alcanza el gas. Entonces, las mayores erogaciones del gobierno empiezan pasado cierto punto de consumo. El consumo excesivo, o la oferta escasa, llevan a una menor producción industrial (por los cortes de energía) o a un mayor gasto público que impide que se use el dinero para motivos más importantes (o se disminuyan los impuestos). Por el lado del consumo, responsabilidad un poco de todos, no solamente por motivos ecológicos. Por el lado de la oferta, vale destacar que, según el Cronista, el monto que ha tenido que ser reasignado hacia subsidios a la energía en lo que va del 2010 equivale al costo de una central de última generación a estrenar (un poco vaga la información al respecto).

Bueno, era para pasarles estos datos, que me resultaron interesantes.
Saludos
Javier

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