jueves, 30 de agosto de 2007

Mérito vs Igualdad

Quizás sea la falta de ideas, quizás algo a lo que tiendo por mi naturaleza, pero la cuestión es que tiendo a filosofar demasiado cuando escribo. Esta nota se escapa totalmente de la práctica para desarrollar la teoría, es decir, no es más que un ensayo acerca de una discución importantísima en cuanto a justicia. No hablamos ya de meter presos a los delincuentes, sino de justicia social. Una justicia mucho más difícil de llevar a cabo pero también más importante, porque es en la injusticia social en la que radica gran parte de todos los problemas de la justicia ordinaria. Por el momento no voy a proponer nada sino que voy a dejar abierto el interrogante para pasar de la ciencia de base a la práctica la próxima vez que escriba.

¿Qué es lo justo? Bien, en cuanto a este punto me refiero a un debate que tiene mucho que ver con el debate Capitalismo vs. Comunismo (no confundir con guerra fría) Por un lado tenemos a Marx, Charlie para los amigos, que habiendo visto las pésimas condiciones de vida de los obreros, atacó al sistema capitalista diciendo que era un sistema de explotación. Los poseedores de los medios de producción se apoderaban de la riqueza que poseían los trabajadores. Entonces Charlie nos trae un modelo de vida según el cual, todos somos iguales. Es decir, nadie debería tener más poder que el otro, no debería haber distinción entre las personas. Esto parece en principio muy justo, todos los hombres somos iguales, todos debemos recibir lo mismo.

¿Somos todos los hombres iguales? Sí y no. Se supone que todos somos iguales ante la ley. Y yendo más allá, cito a García Marquez: "Ningún hombre tiene derecho a mirar al otro hacia abajo, salvo que le esté ayudando a levantarse" Hermoso. Sin embargo, si todos somos iguales sería redondear hacia abajo, a una mediocridad importante. Hay personas que son más hábiles que otras para hacer determinadas cosas. Vayamos más allá, para mostrar algo más meritorio: hay personas que se esfuerzan más que otras. Entonces: ¿No es justo que el más hábil o el que más se esfuerza reciba más que los otros? Eso está mucho más cerca de mi concepción acerca de la justicia. Y es exagerada en el capitalismo. Los que son hábiles se llevan la plata. Los que crean un producto nuevo hacen la diferencia (llevando también así al progreso por medio de la competencia)

Pero Charlie introduce el concepto de herencia. Y es muy claro. Todos estamos condicionados desde que nacemos. No tiene las mismas posibilidades un hijo de un matrimonio acaudalado que el de uno que vive en la indigencia. Y nadie puede decir que un bebé puede haber hecho más mérito que el otro para la diferencia de condiciones ( a menos que crea en la reencarnación) Pero por supuesto, el niño rico se transforma en un profesional habiendo estudiado en las mejores escuelas, y si decide ser un vago igual puede vivir de papá mucho tiempo. El niño pobre casi no puede estudiar, y la chance de progresar es mucho más difícil. Nadie le impide a ese pequeño hacerse rico, pero es difícil que lo haga. Es como ir a jugar al fútbol y empezar perdiendo 5 a 0. Sí, si sos muy bueno o tenés mucha fuerte podés darlo vuelta. Pero...

5 a 0 es más o menos el resultado por el que perdió Marx el partido si uno ve el mundo actual. Los avances de la clase obrera en el mundo han sido muchos y muy significativos, pero no han sido más que maniobras políticas para mantenerlos contentos. Las situaciones de vida mejoran con el tiempo pero eso es consecuencia del crecimiento, no de una mejor distribución.

Y retomo ahora un capítulo de los Simpsons a modo de ejemplo. Lisa quería bailar, sin embargo era muy mala. Entonces, la profesora de baile la decepcionó terriblemente sacándola del grupo. Decisión lógica para un s how profesional, no sé si para uno de nenes de 8 años. El diálogo es más o menos el siguiente:
Lisa- Profesora, déjeme intentarlo, quiero bailar como los demás.
Profesora- Lo siento, pero eso sería darte el mismo papel que a otros aunque no bailan igual. ¿Cómo se llama eso chicos?
Chicos- Comunismo.

En fín, estoy ansioso por escucharlos.

Javi

jueves, 23 de agosto de 2007

Violencia en el deporte.

Lamento haberlos abandonado por un tiempo, pero fue debido a un período de adaptación con el comienzo de la facultad nuevamente. Ahora, justamente, acabo de abandonar por un momento mi lectura de Maquiavelo para volver al blog que había abandonado por más de una semana.

El tema de hoy es la violencia en el deporte, que engancha con el tema de justicia quizás un poco. Es un tema de moda últimamente, con la especificación de que en este país hablar de violencia en el deporte es hablar de violencia en el fútbol y de barrabravas. Voy a hacer un enfoque desde la sociedad, otro desde la dirigencia y una tercera desde los medios. La gran pregunta es, por supuesto, ¿Cómo se para esto?

DESDE LA DIRIGENCIA: Resumo en una primera oración las críticas a los responsables de la seguridad: han implementado medidas que realmente hacen poco por mejorar la seguridad y que dañan más el espectáculo de lo que lo mejoran. Las medidas que han sido efectivas fueron únicamente el que los locales deban esperar para salir y el derecho de admisión, ambas medidas obvias, que saltan a la vista y fueron tomadas muchísimo después de que empezaran los problemas.
En cuánto a medidas que se pueden tomar, creo que sería una buena idea evitar la entrada al estadio de personas que se encuentren alcoholizadas o drogadas, y se lograría con un control en la puerta. Por otro lado la presencia de policías en la tribuna que detecte alguna ilegalidad también sería útil, siempre y cuando estos no sean mandados al muere por toda la tribuna (aunque los problemas fuera de la tribuna son más comunes ahora). De todas formas tengo la sospecha de que si sabiendo absolutamente todo no se toman medidas, es porque hay algún arreglo con los violentos, ya que me resulta difícil pensar que sean tan ineficientes. En cuanto a los dirigentes de los clubes, les conviene tener una barra brava, porque el "aguante" que dan en los partidos atrae más gente, y porque es más fácil mantenerla y usarla con fines políticos (para que los voten o no los critiquen) que tenerla en contra y comandando las críticas de todo el estadio cuando el equipo no rinde.

DESDE LA SOCIEDAD: Esto para mí o más interesante del tema. Tengo la teoría de que las barras son simplemente producto de uno de los grande problemas de la sociedad que es una escala de valores muy equivocada. Los barrabravas son prácticamente mafiosos y no dejarán de serlo, pero propongo lo siguiente: Dejemos de aplaudirlos cuando entran a la cancha. Es más, chiflemos. Neguémonos a cantar todas las canciones que haga alución a un combate o a matar al rival. No digo que no los jodamos, los carguemos, pero que por lo menos no nos enorgullescamos de una matanza. ¿Somos acaso tan hipócritas? Si estamos en contra de la violencia, ¿por qué la alentamos? O visto de otra manera: "Si después igual no te la va` a aguantar no la boquees al pedo gil" ¿Para que decís que tenés aguante si cuando se arma quilombo corrés?
El objetivo no es reformar a los barrabravas sino que dejen de ser ídolos. Si dejan de ser ídolos los jóvenes que se juntan con ellos porque les gusta el circo de decir que son fanáticos y que tienen aguante van a dejar de ir. Y estos grupos reclutarán menos gente, volviéndose por lo tanto menos poderosos a medida que los cabecillas anteriores vayan cayendo.
¿Por qué se canta a la violencia? Porque es divertido cantar, gritar, saltar, es el chiste de ir a una cancha. Se canta a la violencia porque los violentos son los directores de orquesta, si el director de orquesta fuera otro las canciones se cantarían alentando al equipo propio y cargando al rival pero sin alusiones a combates, y la pasión sería la misma. Pero como nadie me escucha van a seguir cantando todos. Y la verdad estoy cansado de dar el ejemplo al pedo así que si no veo seguidores voy a cantar yo también. Con la única promesa de chiflar cuando entren los borrachos del tablón. Por lo menos si vemos que eso se hace, se puede pasar a una siguiente etapa.
Comento que me da gracia y lástima que de una noche en la que Boca bailó a River y le estaba ganando 4 a 0 habiéndose jugado 50 minutos, hayan salido varias canciones para burlarse del rival. ¿De boca para River? No, al revés, porque aparentemente la hinchada de River suspendió el partido (porque si no terminaba 9 o 10 a 0) y los cagó a palos a los de boca.

DESDE LOS MEDIOS: Simplemente una crítica. Lo único que buscan es dar la información para tener rating. Sólo salen críticas de los periodistas pero no sale ninguna propuesta formal. Critican a los que no declaran, pero cuando ellos investigan se interesan sólo en hacer el programa cuando pueden investigar un poco más y presentar a la justicia las pruebas. Es claro que los periodistas deportivos como los otros no tienen ningún compromiso. De la misma manera, cuando entrevistan a alguien que está haciendo evidentemente las cosas mal, no se molestan en preguntar para averiguar algo, porque corren el riesgo de que ese personaje no les de más notas. ¿O acaso no era obvia la pregunta: "¿de donde vas a sacar la plata?", cuando Macri prometía triplicar el presupuesto para todas las partidas de la ciudad? Nadie la hizo. De la misma manera que nadie pregunta en los clubes de fútbol por las evidentes irregularidades en el manejo de sus finanzas que saltan a la vista simplemente por leer los diarios, y que llevarían a más de uno preso si sólamente un par de tipos se gastaran en investigar en serio.

Hasta la semana que viene
Javier

jueves, 16 de agosto de 2007

Cárceles (experimento)

Bueno el tema que pongo en discución esta vez es la función que cumplen las cárceles hoy en día. Está bastante claro que realmente no cumplen la función que deberían. Su objetivo debería ser doble: separar de la sociedad a los individuos peligrosos y luego poder reinsertarlos en la sociedad, es decir regenerarlos. El primer objetivo se cumple más o menos, pero el segundo deja mucho que desear. De hecho nunca se cumple.

¿Cómo es que la cárcel puede regenerar a una persona? De ninguna manera, excepto por el miedo de volver a entrar. Es decir, quizás haya que hacer que los presos la pasen tan mal adentro que tengan miedo de volver allí. Sin embargo, a la mayoría parece importarle poco volver a caer en prisión, porque vuelven a delinquir. Es más, al juntarse con otros criminales en la cárcel arman amistades, organizan bandas y aprenden nuevas técnicas. Además, se llenan de odio contra los policías y contra la sociedad, por lo que vuelven a salir peor.

La solución para este problema es muy compleja realmente. Esta vez ni siquiera voy a proponerles una solución o un cambio como en las notas anteriores, pero les dejo algo interesante para que lean y opinen al menos:

En E.E.U.U se realizó un experimento para evaluar las reacciones de la gente tiene que ir a prisión. Un investigador decidió reclutar un centenar de personas para llevar a cabo una especie de actuación. Algunos iban a cumplir el rol de presos y otros el rol de guardias, e iban a ser llevados a una cárcel a pasar un par de semanas allí, cumpliendo cada uno su papel. El experimento era pago y la mayoría de los que participaban eran, no delincuentes, sino estudiantes universitarios buscando hacer unos mangos en sus vacaciones. El experimento concluyó con una rebelión de los presos que tomaron el poder del lugar por medio de la violencia. ¿Cómo se llegó a eso? Aparentemente los guardias se habían tomado demasiado a pecho el papel de guardias y habían cometido abusos contra los presos y los habían sometido a, no digo torturas, pero por lo menos situaciones poco agradables. Por lo que veo finalmente los presos ambién terminaron tomando a pecho su papel.
¿Qué pasó aquí? ¿Fue el ambiente de la cárcel que los transformó? ¿Son los guardias o los presos los culpables de que las cárceles no sirvan? ¿Hay algún otro sistema posible?

Esta vez está difícil.
Saludos
Javier

viernes, 10 de agosto de 2007

Casos particulares (Incendio de Cromagnón)

Continúo de la nota anterior con el ejemplo que prometí. De todas formas, lo que en ese momento me pareció bueno ahora me parece un ejemplo demasiado polémico y un caso demasiado particular como para debatir tanto, salvo quizás el caso de Chabán. Propongo lo siguiente: inventen casos de distintos delitos y opinen acerca de que pena les corresponde a cada uno y por qué. Pueden “jugar a ser jueces un momento en los comentarios”

Confieso que me gusta callejeros para que sean libres de tener todo el prejuicio que quieran.

Este tema de la venganza me surgió en el juicio político a Ibarra. No me parece buen dirigente Ibarra, pero ese juicio político no fue más que una maniobra de la oposición, que se encontró con una excusa perfecta para echar al jefe de gobierno. ¿Cuál era la culpa de Ibarra? Ninguna. Aunque la responsabilidad no se delega, seamos coherentes. Quien inspeccionó Cromagnon nunca había sido conocido por el ex-jefe de gobierno. Ibarra no puede ocuparse de verificar en persona cada boliche de capital. Es lo mismo que echarle la culpa a un gerente de una empresa porque el empleado de limpieza de la compañía que él contrata para limpiar la oficina comete un delito. El caso Ibarra es perfecto para ver como la sed de venganza ciega a las personas que se olvidan de todo y que lo único que quieren es la cabeza de alguien, y no les importa la justicia en realidad. Y eso fue aprovechado una vez más por la oposición.

En cuanto a Callejeros, más allá de la ausencia de pruebas, supongamos que son culpables de entrar la famosa bengala. Volvamos a nuestro razonamiento. ¿Son ellos peligrosos? De ninguna manera, no tuvieron intención de provocar el incendio y ahora han aprendido mejor que nadie qué cosas no deben hacerse. De hecho dudo que haya recitales más seguros que los suyos de ahora en más. ¿Evitaría otras catástrofes ponerlos presos? No, porque creo que Cromagnón en sí ya enseñó bastante, y los que aún ahora siguen infringiendo las reglas no es porque no tengan miedo al castigo sino porque piensan, estúpidamente, que a ellos no les va a pasar. Entonces… ¿corresponde un castigo? Yo creo que han sufrido suficiente.

Es distinto el caso de Chabán. Chabán tiene que estar preso, no porque sea peligroso para la sociedad, sino para poner el ejemplo. No puede permitirse que todos los dueños de boliches anden infringiendo todas las reglas posibles pensando que no van a sufir ningún accidente como este. Menos aún que entreguen coimas. Sin embargo, este es el mejor ejemplo de los tres, podemos darnos cuenta de lo mal que está hecha la ley: mientras que Chabán es acusado por un delito que tiene hasta 55 años de cárcel, cuando se empezaron a realizar las inspecciones en los locales después de la tragedia, a los que no estaban en regla los cerraban. ¿Es Chabán peor que otros dueños de boliche que incumplen las mismas normas que él? No, sólo tuvo la “mala suerte” de que el incendio ocurriera en su lugar. Entonces, nuevamente olvidemos el odio y pensemos racionalmente. Chabán no puede ser condenado jamás a más años de cárcel que un asesino común, porque es mucho menos peligroso para la sociedad y porque yo personalmente creo que alguien que termina matando por querer robar merece menos pena que alguien que mata para robar, o, peor aún, por el placer de matar. Pero al mismo tiempo, hay que poner castigos en serio para los otros dueños de locales. De lo contrario, seguirán haciendo lo mismo (se tiran un lance, total si los agarran no pasa nada grave) y no habremos aprendido nada.

Sí es más grave el caso del inspector que habilitó el local. Debe ser condenado duramente porque es realmente peligroso permitir que los encargados de seguridad vean que hay impunidad y puedan hacer lo que quieran. Ahí es a donde debió dirigirse la investigación con más fuerza. No a Ibarra, ni a Chabán, ni a Callejeros.

Hagamos de la justicia no una forma de sentirnos mejor al ver sufrir al que nos hizo sufrir, sino simplemente un método para limpiar la sociedad de todas las personas que harán daño a otras. Perdonemos a los que se equivocan si está claro que aprenden de sus errores. Castiguemos para poner el ejemplo cuando sea necesario. Seamos extremadamente duros con aquellos que reinciden en el delito, o que claramente no tienen interés en regenerarse.

Saludos
Javier

lunes, 6 de agosto de 2007

Base errónea del sistema judicial

Voy a hablar de justicia en los próximos textos. Antes que nada, quiero aclarar que entiendo perfectamente que el problema en este país es que nadie recibe el castigo que merece porque están todos arreglados con los jueces y la policía. Pero en principio voy a tratar de ver un poco más allá de eso.

Empecemos con el siguiente “disparador”: Un hombre está llevando a su mujer al hospital porque está por dar a luz. Sobrepasando por mucho el límite de velocidad, dobla con el semáforo en rojo y atropella a un chico de 15 años que muere instantáneamente. La pregunta es: ¿Qué castigo le corresponde?

La respuesta de la mayoría de la gente es de un par de años de cárcel. ¿Por qué? Porque mató a una persona y merece ser castigado. Bien, ahora, es ahí donde yo veo un problema bastante grave en la justicia mundial. Y es que la justicia funciona a modo de venganza. Es decir, esa persona sólamente merecía ser castigada porque le hizo un daño a alguien. Si la familia de ese chico sufrió, entonces él debe sufrir también. Es comprensible si la familia del chico está enojada, pero… ahora, con la cabeza fría. ¿Estamos a favor de la venganza? ¿O estamos a favor de perdonar a la gente por sus errores, sobre todo cuando son involuntarios? La cárcel, sin lugar a duda, no le haría ningún bien a este hombre ni a su familia, y no se cuánto aliviaría el dolor de los familiares del chico atropellado (lo alivia al principio, pero sólo porque el odio ciega a la gente).

El sistema judicial funciona hace tanto tiempo que no nos detenemos a pensar para qué debe ser usado. En mi opinión, tiene que tener dos objetivos fundamentales (dejo para otro momento el tema de la recuperación de los delincuentes):
1) Apartar de la sociedad a la gente que no puede vivir en sociedad o es peligrosa.
2) Servir como ejemplo, para que las demás personas no hagan lo mismo, por miedo al castigo.
Volvamos al ejemplo. ¿Era esta persona peligrosa? De ninguna manera, sólo actuó así en una situación muy particular, sin intención y arriba de un auto, por lo cual su peligrosidad se reduce si le prohibimos manejar de por vida. Y no creo que el ejemplo en un caso tan particular sirva, porque aún sabiendo que pueden ir presos, mucha gente en su situación haría lo mismo con su mujer a punto de parir. A lo sumo algo de trabajo comunitario sería un buen castigo.

Entonces, tenemos que dejar de pensar en el sistema judicial como castigo proporcional al daño. Un hombre que roba carteras por la calle no hace un daño muy grande, no usa violencia y no roba mucho dinero. Entonces en nuestro sistema actual la pena es menor. El hombre sale (suponiendo que no sale peor de lo que era de la cárcel) y vuelve a cometer el mismo delito varias veces. La pena aumenta por reincidencia pero sigue siendo pequeña. Entonces… ¿Eso de que nos sirve? El hombre está cometiendo un delito menor, pero demuestra que no puede vivir en sociedad. Entonces simplemente no puede salir de la cárcel porque es peligroso/molesto para el resto de la gente.

En resumen, llamo a ver al sistema de penas de una manera distinta. Llamo a que nos olvidemos del dolor que sentimos y de esas ganas de ver sufrir al que nos lo causó, y, si podemos, pensemos en frío (si no podemos, de todas formas los encargados de hacerlo son los jueces) y tratemos de pensar si nos resulta de algún beneficio ver al otro en la cárcel. Si no es peligroso para la sociedad, y no es un caso que haya que castigar para evitar otros delitos, hay que reducir el castigo al mínimo. Si no, si mostramos que la persona no puede reintegrarse, elevarlo al máximo.

El mejor caso que encontré como ejemplo real es el de Cromagnón. El caso de Ibarra, Callejeros, Chabán y otros implicados muestra un par de cosas bien concretas. Pero hagamos una cosa. Se los dejo para pensar a ustedes y retomo este tema en un par de días para terminarlo con este ejemplo.

Saludos
Javier

sábado, 4 de agosto de 2007

Bienvenidos

Buenas, soy Javier en esta ocasión. Hace mucho que estaba con ganas de armar un blog, más después de la decisión unilateral de fotolog de no dejar firmar a quienes no tengan su propia página. Un blog permite hace muchas más cosas, pero la mayor simplicidad de fotolog hace que tenga más público, la comunidad Blogger es menor, de todas formas espero llegar a la mayor canidad de gente posible por este medio.

En este espacio vamos a dedicarnos a abordar diversos temas que consideremos de importancia para la sociedad argentina. La idea del Blog es poder expresarnos acerca de diversas cuestiones políticas, económicas, sociales, etc; servir como fuente de información para algunas personas que desconocen el tema, pero sobre todo, poder servir como foro de discución y como intercambio de ideas, opiniones o comentarios. Cualquier comentario que hagan al respecto de lo que subamos es bienvenido. También cualquier sugerencia acerca de algún tema a tratar o debatir. Quizás hasta podamos encontrarle solución a alguno de los tantos problemas sociales que tenemos en nuestro país, aunque sería realmente una visión demasiado optimista de mi parte.

Como sé que todos ustedes son personas enormemente ocupadas voy a tratar de escribir en forma sintética, y si termino escribiendo demasiado, cosa que probablemente pase a menudo, comenzaré con un resumen del tema en cuestión para que puedan tener una idea general primero.

En fin, proximamente tendremos algún tema de discución interesante, por ahora se aceptan sugerencias de todas formas.

Nos vemos proximamente.
Saludos
Javier