viernes, 10 de agosto de 2007

Casos particulares (Incendio de Cromagnón)

Continúo de la nota anterior con el ejemplo que prometí. De todas formas, lo que en ese momento me pareció bueno ahora me parece un ejemplo demasiado polémico y un caso demasiado particular como para debatir tanto, salvo quizás el caso de Chabán. Propongo lo siguiente: inventen casos de distintos delitos y opinen acerca de que pena les corresponde a cada uno y por qué. Pueden “jugar a ser jueces un momento en los comentarios”

Confieso que me gusta callejeros para que sean libres de tener todo el prejuicio que quieran.

Este tema de la venganza me surgió en el juicio político a Ibarra. No me parece buen dirigente Ibarra, pero ese juicio político no fue más que una maniobra de la oposición, que se encontró con una excusa perfecta para echar al jefe de gobierno. ¿Cuál era la culpa de Ibarra? Ninguna. Aunque la responsabilidad no se delega, seamos coherentes. Quien inspeccionó Cromagnon nunca había sido conocido por el ex-jefe de gobierno. Ibarra no puede ocuparse de verificar en persona cada boliche de capital. Es lo mismo que echarle la culpa a un gerente de una empresa porque el empleado de limpieza de la compañía que él contrata para limpiar la oficina comete un delito. El caso Ibarra es perfecto para ver como la sed de venganza ciega a las personas que se olvidan de todo y que lo único que quieren es la cabeza de alguien, y no les importa la justicia en realidad. Y eso fue aprovechado una vez más por la oposición.

En cuanto a Callejeros, más allá de la ausencia de pruebas, supongamos que son culpables de entrar la famosa bengala. Volvamos a nuestro razonamiento. ¿Son ellos peligrosos? De ninguna manera, no tuvieron intención de provocar el incendio y ahora han aprendido mejor que nadie qué cosas no deben hacerse. De hecho dudo que haya recitales más seguros que los suyos de ahora en más. ¿Evitaría otras catástrofes ponerlos presos? No, porque creo que Cromagnón en sí ya enseñó bastante, y los que aún ahora siguen infringiendo las reglas no es porque no tengan miedo al castigo sino porque piensan, estúpidamente, que a ellos no les va a pasar. Entonces… ¿corresponde un castigo? Yo creo que han sufrido suficiente.

Es distinto el caso de Chabán. Chabán tiene que estar preso, no porque sea peligroso para la sociedad, sino para poner el ejemplo. No puede permitirse que todos los dueños de boliches anden infringiendo todas las reglas posibles pensando que no van a sufir ningún accidente como este. Menos aún que entreguen coimas. Sin embargo, este es el mejor ejemplo de los tres, podemos darnos cuenta de lo mal que está hecha la ley: mientras que Chabán es acusado por un delito que tiene hasta 55 años de cárcel, cuando se empezaron a realizar las inspecciones en los locales después de la tragedia, a los que no estaban en regla los cerraban. ¿Es Chabán peor que otros dueños de boliche que incumplen las mismas normas que él? No, sólo tuvo la “mala suerte” de que el incendio ocurriera en su lugar. Entonces, nuevamente olvidemos el odio y pensemos racionalmente. Chabán no puede ser condenado jamás a más años de cárcel que un asesino común, porque es mucho menos peligroso para la sociedad y porque yo personalmente creo que alguien que termina matando por querer robar merece menos pena que alguien que mata para robar, o, peor aún, por el placer de matar. Pero al mismo tiempo, hay que poner castigos en serio para los otros dueños de locales. De lo contrario, seguirán haciendo lo mismo (se tiran un lance, total si los agarran no pasa nada grave) y no habremos aprendido nada.

Sí es más grave el caso del inspector que habilitó el local. Debe ser condenado duramente porque es realmente peligroso permitir que los encargados de seguridad vean que hay impunidad y puedan hacer lo que quieran. Ahí es a donde debió dirigirse la investigación con más fuerza. No a Ibarra, ni a Chabán, ni a Callejeros.

Hagamos de la justicia no una forma de sentirnos mejor al ver sufrir al que nos hizo sufrir, sino simplemente un método para limpiar la sociedad de todas las personas que harán daño a otras. Perdonemos a los que se equivocan si está claro que aprenden de sus errores. Castiguemos para poner el ejemplo cuando sea necesario. Seamos extremadamente duros con aquellos que reinciden en el delito, o que claramente no tienen interés en regenerarse.

Saludos
Javier

2 comentarios:

Portia dijo...

Hola! se que estas enfocando tus comentarios desde la etica y lo normativo, pero muchas veces auque sea muy positivo ver como deberian hacerse las cosas, es tambien necesario ver poruqe no pueden ser llevadas asi a cabo en la realidad. De los tres casos que diste, estoy de acuerdo con lo de Callejeros, pero no se si tanto con lo de Chaban, y menos con lo de Ibarra.
Es muy cierto q el "mas culpable" deberia ser el inspector, pero me parece q te contradecis un poco al decir q como todos los boliches funcionaban mal, es injusto que Chaban recibiera una condena tan fuerte. Si, tuvo la "mala suerte" de que le pasara a el, podria haber pasado en cualkier boliche, pero eso no quita que mas de 100 personas murieran por culpa de su negligencia, es como si la defenza del hombre del caso anterior que propusiste dijera, bueno, quien no dobro nunca mal en su vida? este hombre solo tuvo la mala suerte que hubiera un peaton delante...
En cuanto a Ibarra, saliendo del derecho y las bases normativas del mismo, analizado desde la politica su caso cobra un poco mas de sentido. Un hecho como Cromagnon produce repercuciones demasiado profundas, y cualquiera que este en el gobierno de turno se ve obligado a encontrar a alguien que pueda cargar con la responsabilidad, y castigarlo, hechandolo por ejemplo(sino fijate q pasa cada vez q se habla de coimas, algun perejil cae).
No digo q eso este bien, ni mucho menos, pero dada la situación, habia que encontrar alguna manera de satisfacer los reclamos de la opinion pública, la cual es todo menos racional, reflexiva y justa. Como decian en uno de los comentarios sobre el post anterior, te seria muy dificil explicarle tu idea de no juzgar por venganza a los familiares de las victimas.
Para resumir y que no te enojes conmigo :p : No digo que no estoy de acuerdo con tu idea de en que debiera sustentarse la manerda de juzgar los delitos, pero me interesa analizar que pasaria al ser llevado a la practica ¿es viable? ¿en todos los casos? Si no lo es en todos los casos, ¿Que otros criterios hay que tomar? ¿es verdad que toda la gente es tan jodida que solo se les ocurre cumplir la ley cuando uno los amenaza todo el tiempo con casos ejemplares altamente publicitados (como Chaban o Ibarra) en los que los jueces se exceden con las pensas solo para "sentar precedente"?
Saludos!
Vero

Javier dijo...

Gracias por tu comentario Vero.
Primero que nada en cuanto a poner en práctica, lo que hay que reconocer es que puede ser intereante debatir sobre las penas, pero que el problema mayor no es cuál es el caastigo a aplicar sino que la mayoría de los delitos terminan sin resolver o duran años en la corte.

Y después, lo que estoy pidiendo es una justicia más lógica, creo que ya quedó bastante expresado en mi posteo asi que no vuelvo a explicarlo. Pero sé que es difícil de entender y yo soy extremista. En cuanto a cómo aplicarlo, es simplemente cambiar la ley y hacerla más dura con algunos casos. En otros, tiene que quedar a conciencia del juez medir que en realidad por más que le duela a la gente, la condena tiene que ser lógica con la culpa e intención del acusado. Si es para dejar contenta a la gente, lo mejor sería darles al criminal y que lo linchen. Y si no hay criminal podemos darle a cualquier otro diciéndoles que es culpable y uqe lo linchen igual (eso es algo parecido a lo de Ibarra creo)

No me enojo por tu comentario, al contrario, me parece muy constructivo y quizás más moderado que lo que yo escribo, lo cuál está más que perfecto. Los extremos tampoco suelen ser buenos.