martes, 21 de septiembre de 2010

La última lógica de la prensa

Creo que viene bien recordarla ante toda esta pelea de moda últimamente acerca cómo Clarin o el gobierno K nos lavan la cabeza. Por cierto, acerca de eso, no puedo evitar que me llame poderosamente la atención como los partidarios de uno y otro bando se mofan de la ingenuidad del otro por creer todo lo que dice un gran mentiroso, cuando no cuestionan en lo más mínimo la versión del grupo que apoyan. De todas formas, no es lo que quería comentar hoy. Mi punto central, es que no debemos olvidar que los medios privados pueden defender ciertos intereses económicos, de tal manera de proteger inversores importantes o de conseguir algún beneficio en un negocio, pero principalmente y por sobre todas las cosas, necesitan una cosa: vender.

Así, el sensacionalismo, no es solamente un arma para atacar al gobierno cuando no les cae simpático, sino la condición necesaria para vender los diarios.
Se enteraron acaso, que para el año que viene se crea un nuevo fondo del desendeudamiento con reservas del Banco Central por U$S 7.500 millones. Es un monto todavía mayor al que desató un escándalo a principios de este año. Lo que es peor, el peligro de ceder reservas es la imposibilidad de hacer frente a shocks negativos en el balance de pagos, por lo que se agrava mientras más reservas se utilizan. En cuanto a la cuestión macroeconómica, no es para ser extremistas porque aun con la constitución de un fondo nuevo no parece haber inconvenientes en el largo plazo. De todas formas, quizás sería prudente intentar mantener un superávit mayor y evitar pagar la deuda generando emisión (léase, no contracción)monetaria, ya que la situación económica es en este momento favorable. Pero lo más extraño aquí no es lo que yo opine al respecto (que, como pueden ver en: http://estamos-asi.blogspot.com/2010_01_01_archive.html , no ha cambiado demasiado) , sino lo que los medios privados opinan. ¿Cómo es posible que los periodistas y economistas que pusieron el grito en el cielo ante la creación del primer fondo, no hayan ni siquiera mencionado en un titular la formación del segundo, que lleva el total de reservas utilizadas de U$S6.500 a U$S 14.000 millones? Fácil: no vende.

Así es, la lógica del diario se mantiene. Necesita noticias que a la gente le interesen. Y a la gente común, no le interesa el nuevo pago con reservas. Le interesaba a principio de año, porque no entendía de qué se trataba y se le podía hacer creer que el fondo del bicentenario para el desendeudamiento (léase, para el refinanciamiento) era el primer paso a la catástrofe económica y la devaluación. Los opositores aprovecharon la movida para atacar al oficialismo, pero, como el ojetivo último (de los diarios y también de los políticos) es vender, ninguno esgrimió ningún argumento muy razonable (algunos, tanto a favor como en contra, planteaban cosas sin ningún sentido). Por más bronca que esto nos genere, es hasta lógico: una explicación detallada es compleja, implica leer con mucha atención, cansa, y por lo tanto, el lector, o bien no la comprende, o bien se cansa antes y deja de leer. Es más, aún en el caso de que la lea y la comprenda, esto también es malo para el diario, porque implica que el lector sacía su sed de información. Es mucho mejor emplear argumentos fáciles, que parezcan entendibles, aunque sean incorrectos, pero que no revelen lo suficiente como para dejar al consumidor totalmente satisfecho.
Bien, pues aquí, el consumidor de información, después de leer duranter un mes entero datos sobre el tema, temblar por el futuro del país y comprobar luego que no sucedía nada (aún sin comprender por qué es que no pasaba nada), no tiene ganas de volver a lo mismo. El tema no vende, no interesa, y por lo tanto, los diarios no lo publican. Oficialistas u opositores, en el fondo la lógica del empresario es siempre la misma: ¡vende! ¡vende! vende!. Por citar un ejemplo final, pueden preguntarse ¿las noticias de asesinatos violentos son publicadas para voltear al gobierno?. Yo creo que no. Más bien, son publicadas porque la gente las consume.

Hasta la próxima
Javier