miércoles, 17 de octubre de 2007

Medios generadores de valores I

Como estoy con parciales y no tengo tiempo les presento esta nota que me acercó Vero y habla exactamente del mismo tema que iba a tocar yo. Es más específica así que yo el fin de semana cuando me saque todo de encima escribo mi idea. La nota es genial y está excelentemente escrita aunque no tengo idea de quien es Jacinta, y también me parece un poco desubicada y muy parcial la última frase.


Jacinta, Patito y el pensamiento correcto
Por Gustavo Iaies Para LA NACION
Martes 9 de octubre de 2007 Publicado en la Edición impresa


"Nadie pasa de esta esquina, aquí mandan las Divinas, porque somos gasolina", comienza diciendo la canción. Las Divinas mandan, se hacen oír, no quieren a las feas, bailan dance , tienen sangre caliente, y se consideran stars . Uno de los éxitos de la televisión argentina, Patito Feo , relata la pelea en una escuela entre dos grupos, las "Divinas" y las "Populares". Estas últimas te proponen que cuentes con ellas cuando tengas un dolor o un problema, que siempre estarán cuando las necesites y te invitan a construir un mundo mejor. Nada nuevo, tal como lo analizó Bruno Betelheim en su psicoanálisis de los cuentos de hadas, la historia presenta un enfrentamiento entre buenos y malos, que permite a los chicos avanzar en la construcción de su pensamiento moral. Incluso, podríamos decir que estas malas no son tan malas como en otras historias: la Etelvina Baldasarre de Jacinta Pichimahuida despreciaba por negro a Cirilo, por gordo y porque su papá era mecánico a Palmiro, y a Carola por comilona. ¿Qué es lo novedoso en esta situación? ¿No estamos ante una nueva versión de las historias de buenos y malos? Lo extraño es que, en este caso, los chicos y chicas parecen haberse identificado mucho más con las Divinas que con las Populares. ¿Qué pasó? ¿Las malas generan mayor adhesión que las buenas? ¿Han elegido a "las Divinas" como buenas desde otros valores? Efectivamente, ése es el cambio, la mirada de los chicos sobre lo bueno y lo malo parece haber cambiado o se encuentra en un nuevo equilibrio y, sin duda, eso lo han "leído" del mundo de los adultos. ¿Cuál es el universo de valores que proponen las Divinas? Poder, belleza, desprecio por los perdedores, seducción, presencia. Del otro lado, las Populares ofrecen solidaridad, la utopía de un mundo mejor, y la incondicionalidad en las relaciones humanas. ¿Nuestros chicos valoran más el poder y la belleza que la solidaridad? ¿La iniciativa y el hacerse oír que los sueños y las utopías? ¿La seducción que la incondicionalidad? Parecería que sí, o, al menos, no responden taxativamente que no, como esperaríamos. Y eso no debería extrañarnos. Más allá de que nos cueste asumirlo, las Divinas tienen mucha mayor posibilidad de progreso y éxito en nuestra sociedad que las Populares, y los chicos se dan cuenta. Las Divinas están más cerca de los modelos que parecen aptos para vivir en un mundo poco compasivo como el nuestro, y las Populares más cerca de un deber ser, un pensamiento correcto que los chicos han puesto en un registro de lo poco creíble. Las mamás de los tiempos de Jacinta Pichimahuida habían hecho de su condición de madres un valor supremo. Las mamás de Patito Feo quieren ser buenas madres, pero también lindas, jóvenes, buenas profesionales y no están dispuestas a que las sometan. Las mujeres de los tiempos de Jacinta Pichimahuida llegaban mucho menos a la universidad, competían menos por los puestos de trabajo, no pasaban tantas horas en los gimnasios. El modelo de mujer de hoy se acerca más a las Divinas, al menos en el imaginario que circula por nuestra sociedad. Hay quienes quieren seguir siendo Populares, muchas, pero eso no aparece tan valorizado. Aquí, una segunda diferencia, la escuela de Jacinta Pichimahuida era muy parecida a una escuela pública de la época. La escuela de Patito Feo no representa en absoluto a la media de las escuelas argentinas, es una escuela "del mundo", de las que aparecen en los medios, más cercana a una recreación de las de elite de algunos países. El cambio es que la televisión de Jacinta Pichimauida construía su legitimidad a partir de su parecido con la realidad cotidiana. La de Patito Feo parece más legítima que dicha realidad. Esa escuela es real porque está en televisión, no porque se parezca a aquellas a las que lo chicos asisten todos los días. Con las Divinas y las Populares ocurre lo mismo, nuestra sociedad no está llena de Divinas, aunque hay cada vez más, pero en los medios aparecen como un modelo. Las Populares no tienen tan buena prensa. Probablemente lo que tengamos en la realidad es un nuevo equilibrio entre ambos universos de valores. Entonces, dejemos de horrorizarnos, los chicos no han cometido ninguna herejía, compraron los valores de una sociedad adulta que se los transmitió. Queremos parecernos más a las Divinas/Divinos que a las/los Populares, incluso es probable que elijamos una presidenta más cercana a los valores de las Divinas que a los de las Populares.

El autor es licenciado en Ciencias de la Educación e investigador del Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación (Unesco).

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