jueves, 18 de noviembre de 2010

Mirar con un solo ojo.

Dicen que hasta el diablo puede citar las escrituras para su propósito. La información estadística, no por estar escrita en números esta excenta de manipulaciones por parte de quienes la analizan. Lo que sigue es un ejemplo casi absurdo de cómo puede hacerse pasar un dato por bueno o malo según se lo mire.

Lo primero que presento es el parte de prensa del Ministerio de Economía acerca de la recaudación de octubre:

http://noticias.mecon.gob.ar/wp-content/uploads/2010/11/recaudacion-octubre-2010_vf.pdf

Transcribiendo el primer párrafo: "Los recursos tributarios de Octubre de 2010 han crecido sostenidamente de manera interanual, como ha sucedido a lo largo del año, por una mayor actividad económica interna y una considerable mejora de los intercambios comerciales con el exterior. (...)En el acumulado al décimo mes del año tenemos una recaudación de $335.336,0 M., lo que es 33,8% superior a lo obtenido en 2009."

Bien, lo que quiero presentar aquí es la negación de la inflación. El gobierno adjudica la mejora de la recaudación al crecimiento de la economía, sin hacer ninguna mención del componente inflacionario, que aumenta los recursos considerablemente porque los impuestos son calculados en términos nominales. Bueno, si eso es cierto, entonces el gobierno se olvidó el progresismo en otro lado. Con un crecimiento del 8% del PIB para este año si la recaudación crece más de 30%, entonces significa que el Estado está impulsando una suba feroz en los impuestos.
La encrucijada resulta interesante para los anti-kirchneristas. Si la inflación es, como dice el Indec, menor al 10%, y el crecimiento de la economía es del orden del 8%, entonces el gobierno está aplicando una clara política regresiva, subiendo los impuestos más que cualquier otro gobierno de la historia argentina.
La realidad es que la recaudación crece debido tanto al crecimiento de la economía como a la inflación: un crecimiento entre el 6% y el 8%, sumado a una inflación levemente superior al 20%, da como resultado un crecimiento recaudatorio del 34% si agregamos la recuperación del comercio internacional. Entonces, ya no se trata de un incremento de las alícuotas impositivas(más allá de que la presión tributaria se ha incrementado fuertemente en los últimos años), sino de la inflación, que el gobierno debe reconocer necesariamente si quiere dar una explicación creible del aumento en la recaudación. Pero claro, simplemente presentado los datos que le convienen (no hay ninguna mentira en el informe, solamente se omite el tema de la inflación), mirando con un solo ojo, quedan los anuncios que aparecen como positivos: la recaudación crece, estamos ganando dinero (llama la atención que el superávit siempre aparezca como algo bueno cuando quiere decir que el gobierno le saca más dinero a la gente del que le devuelve).

Hablando de mirar con un solo ojo, tenemos, por otra parte, esta nota de Clarín:
http://www.clarin.com/politica/gobierno/Polemica-inflacion-beneficia-Gobierno_0_372562753.html

Resumiéndola: "Según las cifras oficiales que reporta la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), en lo que va del año el Gobierno lleva recaudados por impuestos y cargas sociales casi 85.000 millones de pesos más que en el mismo período de 2009. Pero el grueso de ese incremento ($50.000 millones) no es reflejo del crecimiento económico ni de una fiscalización más estricta, sino de la inflación.
El mecanismo que opera detrás de esto funciona así: cuando aumentan los precios, la base monetaria sobre la que se calculan y se pagan los impuestos es más alta. Y aunque se produzca y se venda la misma cantidad de bienes, los consumidores, usuarios y contribuyentes pagan un importe mayor en pesos por varios impuestos que tienen una relación directa con la inflación, como el IVA, Ganancias y el llamado impuesto al cheque. En este caso se produjo y se vendió más en pesos por precio y cantidad. Por eso, los expertos siempre sostienen que la inflación se asemeja a un impuesto que le permite al Gobierno recaudar más porque los precios están inflados”

Hermoso. Mi estimado periodista: ¿Y el gasto público? Aceptar lo que dice este hombre sería aceptar que el gobierno recibe mayores impuestos en términos nominales, pero que la inflación no lo afecta a la hora de gastar, es decir, todos sus insumos para hospitales, para las obras públicas, los salarios que paga, etc, no se vieron afectados por la inflación. De hecho, un kirchnerista podría acotar que, dado que los gastos se hacen después que la recaudación, la inflación perjudica al gobierno, porque las erogaciones sufren una inflación mayor que los ingresos. La nota de Clarín es totalmente tendenciosa y parece que quiere hacerle creer a la gente que esos $50.000 millones son el dinero que el gobierno gana con la inflación. Enormente falso. Mira con el ojo derecho el efecto de la inflación en los impuestos, se tapa el izquierdo para no ver que pasa con el gasto.

Bueno, eso era lo que quería mostrar, el punto central de la nota. Cada uno puede usar los datos como quiera. Fíjense, ninguno miente, pero ambos dan la mitad de la información que les conviene. Lo triste es que aquí no hay un truco contable rebuscado sino que el argumento es tremendamente simple y hasta parece absurdo cuando nos detenemos a pensarlo, pero la gente se lo cree.

A modo de anexo, vale un breve comentario. La inflación sí tiene un efecto de mejora en las cuentas públicas, pero no es el que dice Clarín. En cuanto a la recaudación, esta mejora porque crecen las bases no imponibles de algunos impuestos. Por ejemplo, el impuesto a las Ganancias crece en términos más que proporcionales porque no solo crecen las ganancias nominales, sino que además mucha gente va pasando a categorías superiores, teniendo que pagar alícuotas más altas. También podemos suponer que el gobierno se beneficia, por ejemplo, si caen los salarios reales (algo que no creo que esté pasando). De todas formas, el principal beneficio no puede verse en la recaudación, sino que tiene que ver con otros ingresos que posee el gobierno: el dinero que la transfiere el Banco Central como transferencia de utilidades o adelantos transitorios. Esto es emisión pura. En este caso, no es que la inflación beneficie al gobierno, sino que este se ve beneficiado porque recibe dinero creado más o menos de la nada. Como crear dinero no equivale a crear riqueza, parte (depende del cambio en la velocidad de circulación y del impulso que reciba la actividad económica) de ese incremento se traslada a precios: si a la hora de comprar hay más dinero y la misma cantidad de bienes, los precios suben, entonces todos los que tienen dinero pierden, porque este se desvaloriza. Más pierden los que más dinero (*) (guardado en dinero, que no es lo mismo que tener más riqueza) tienen. Gana el gobierno porque es el que fabricó el dinero incialmente, o sea, porque obtiene muchos más recursos con estos que los que pierde después por la inflación.

Saludos
Javier

(*)Después está el efecto regresivo de la inflación, que tiene que ver con rigideces de salarios, eso es otra cosa.