domingo, 28 de octubre de 2007

Medios generadores de valores II

Debo confesar que releí la última nota para acordarme de qué tenía que escribir. Medio que generan valores, pero ahora un artículo escrito por mí. De la más a la menos importante en mi opinión:

FAMA/ÉXITO/ÍDOLOS: El símbolo es gran hermano. El programa puede gustarle a la gente, no tengo nada contra la gente que lo mira. Sin embargo, me llama la atención la desesperación de la gente por sacarse fotos con esos muchachos cuando los encuentra en sunset. ¿Por qué? Porque son famosos. Simplemente por eso, porque no tienen ninguna cualidad particular ni han hecho nada importante. Entonces, lo que hay que hacer es lograr que se deje de desear la fama simplemente por la fama misma, o que se deje de respetar más o idolatrar a la gente porque es famosa. Eso tiene que hacerse en casa principalmente, pero si no es posible, puede hacerse en la escuela. Personalmente, imagino una materia muy importante llamada Sociedad, en la que se les enseñe a los chicos a que se den cuenta cuando una persona merece estar donde está porque se lo ganó y cuando es simplemente un famoso que no es ni más ni menos que nosotros.
También es importante el tema ídolos, y eso también debe charlarse en esa virtual "Sociedad" El ejemplo más claro son aquí los futbolistas, que son ídolos si juegan bien sin importar si son una porquería de persona. Maradona y el chileno Salas me vienen a la mente. ¿Puede permitirse que un chico tenga como modelo a una persona con tan poca moralidad? No es acaso eso lo primero que tiene que valorarse antes que cualquier otra cosa. O yendo más allá ¿No tiene que valorarse más a una persona que lucha por los demás que a un futbolista o actor?
Y finalmente, es muy importante que entendamos que una persona puede ser muy buena haciendo algo, pero eso no le da ninguna autoridad para nada más que eso. ¿Por qué la opinión de Maradona es respetada cuando hablamos de política? ¿Qué nos puede enriquecer su pensamiento? No mucho más, quizás menos, que si paramos a cualquier persona por la calle. Más allá de mi imposibilidad de ocultar el odio que le tengo a determinados personajes´, lo importante es tener en cuenta que la fama no debe tener ningún valor más allá de el motivo por el cual uno se la gana. Si alguien es famosos por ser un buen médico, sólo debe ser respetado por eso, y cuando habla de política su opinión no debe, en un principio (después puede ser buena o mala) mejor ni peor que la de cualquier otra persona. Y eso hay que meterlo en la cabeza de los chicos. Porque a la gente le gusta opinar de todo aunque no tenga la menor idea.

CONSUMO: Esto va quizás en contra de mi orientación vocacional como economista. Pero la cuestión es que el marketing ha creado en la gente la necesidad del consumo de ciertos bienes que son bastante inecesarios a mi entender. El consumo es importante económicamente para el crecimiento de la economía de un país así que no me gustaría limitarlo, pero sí hacer hincapié en que no debería valorarse a las personas por los bienes materiales. El ejemplo más claro es el de los teléfonos celulares. Los más modernos vienen con millones de funciones que no son más que juguetitos( a alguien le puede servir =). Sin embargo, a pesar de la poca diferencia en cuanto a la utilidad de el celular más trucho y el más moderno, tener un celular última generación se ha convertido en símbolo de status. De hecho, se está dando el caso de que en la escuela primaria, la popularidad (antes asociada con la habilidad futbolística en los varones) está pasando a depender del celular que los chicos tengan. Algo completamente inaceptable porque ni siquiera es algo que dependa de ellos. Piensen un poco ¿Son tan necesarias las cosas que consumen? ¿Las necesitan realmente? Habría que educar a los chicos en este sentido porque pueden verse afectados por publicidades que son golpes bajos, como la de gerardo, cuyo mensaje es: si no tenés celular sos un idiota, y que puede afectar a los pequeños o a algún adolescente apartado en la escuela.

SEXO: Es un caso parecido. Lo que digo es que la constante opferta de sexo sexo y más sexo y el hecho de que se un tema tan recurrente hace que se lo sobrevalore. No debería ser idolatrado el hombre que anda con más mujeres. NO hablo de llegar virgen al matrimonio ni nada de eso. Cada uno hace lo que le parece. Pero me parece que lo que hay que enseñar, es que esto no es una parte fundamental de la vida. Muchos adolescentes se sienten presionados ya que se sienten perdedores si no debutan sexualmente antes de terminar la secundaria. Es eso algo tan importante en nuestras vidas. No digo que no esté bueno. Pero tratemos de que no sea algo que nos vuelva locos. Y si lo leen escrito acá les parece boludo, pero lña verdad es que muchos se ven presionados por esto. Y enseñar esto en esa virtual materia "Sociedad" sería un avance muy importante (también tengo en mente un par de limitaciones o clasificaciones para la tv, pero sería mejor que no fueran necesarias, para lo cual haría falta que la gente piense y sea educada)

ÉXITO-MODA: Un breve comentario simplemente. ¿Por qué somos tan exitistas de prendernos a todo lo que anda bien y bajarno ante el primer problema? Ahora todo el mundo mira Rugby... Si nunca les interesó o les gustó. ¿Qué les cambia ahora un tercer puesto?

En fín, eso.
Tendría mucho más todavía, pero dejo de torturarlos.
Suerte
Javi

miércoles, 17 de octubre de 2007

Medios generadores de valores I

Como estoy con parciales y no tengo tiempo les presento esta nota que me acercó Vero y habla exactamente del mismo tema que iba a tocar yo. Es más específica así que yo el fin de semana cuando me saque todo de encima escribo mi idea. La nota es genial y está excelentemente escrita aunque no tengo idea de quien es Jacinta, y también me parece un poco desubicada y muy parcial la última frase.


Jacinta, Patito y el pensamiento correcto
Por Gustavo Iaies Para LA NACION
Martes 9 de octubre de 2007 Publicado en la Edición impresa


"Nadie pasa de esta esquina, aquí mandan las Divinas, porque somos gasolina", comienza diciendo la canción. Las Divinas mandan, se hacen oír, no quieren a las feas, bailan dance , tienen sangre caliente, y se consideran stars . Uno de los éxitos de la televisión argentina, Patito Feo , relata la pelea en una escuela entre dos grupos, las "Divinas" y las "Populares". Estas últimas te proponen que cuentes con ellas cuando tengas un dolor o un problema, que siempre estarán cuando las necesites y te invitan a construir un mundo mejor. Nada nuevo, tal como lo analizó Bruno Betelheim en su psicoanálisis de los cuentos de hadas, la historia presenta un enfrentamiento entre buenos y malos, que permite a los chicos avanzar en la construcción de su pensamiento moral. Incluso, podríamos decir que estas malas no son tan malas como en otras historias: la Etelvina Baldasarre de Jacinta Pichimahuida despreciaba por negro a Cirilo, por gordo y porque su papá era mecánico a Palmiro, y a Carola por comilona. ¿Qué es lo novedoso en esta situación? ¿No estamos ante una nueva versión de las historias de buenos y malos? Lo extraño es que, en este caso, los chicos y chicas parecen haberse identificado mucho más con las Divinas que con las Populares. ¿Qué pasó? ¿Las malas generan mayor adhesión que las buenas? ¿Han elegido a "las Divinas" como buenas desde otros valores? Efectivamente, ése es el cambio, la mirada de los chicos sobre lo bueno y lo malo parece haber cambiado o se encuentra en un nuevo equilibrio y, sin duda, eso lo han "leído" del mundo de los adultos. ¿Cuál es el universo de valores que proponen las Divinas? Poder, belleza, desprecio por los perdedores, seducción, presencia. Del otro lado, las Populares ofrecen solidaridad, la utopía de un mundo mejor, y la incondicionalidad en las relaciones humanas. ¿Nuestros chicos valoran más el poder y la belleza que la solidaridad? ¿La iniciativa y el hacerse oír que los sueños y las utopías? ¿La seducción que la incondicionalidad? Parecería que sí, o, al menos, no responden taxativamente que no, como esperaríamos. Y eso no debería extrañarnos. Más allá de que nos cueste asumirlo, las Divinas tienen mucha mayor posibilidad de progreso y éxito en nuestra sociedad que las Populares, y los chicos se dan cuenta. Las Divinas están más cerca de los modelos que parecen aptos para vivir en un mundo poco compasivo como el nuestro, y las Populares más cerca de un deber ser, un pensamiento correcto que los chicos han puesto en un registro de lo poco creíble. Las mamás de los tiempos de Jacinta Pichimahuida habían hecho de su condición de madres un valor supremo. Las mamás de Patito Feo quieren ser buenas madres, pero también lindas, jóvenes, buenas profesionales y no están dispuestas a que las sometan. Las mujeres de los tiempos de Jacinta Pichimahuida llegaban mucho menos a la universidad, competían menos por los puestos de trabajo, no pasaban tantas horas en los gimnasios. El modelo de mujer de hoy se acerca más a las Divinas, al menos en el imaginario que circula por nuestra sociedad. Hay quienes quieren seguir siendo Populares, muchas, pero eso no aparece tan valorizado. Aquí, una segunda diferencia, la escuela de Jacinta Pichimahuida era muy parecida a una escuela pública de la época. La escuela de Patito Feo no representa en absoluto a la media de las escuelas argentinas, es una escuela "del mundo", de las que aparecen en los medios, más cercana a una recreación de las de elite de algunos países. El cambio es que la televisión de Jacinta Pichimauida construía su legitimidad a partir de su parecido con la realidad cotidiana. La de Patito Feo parece más legítima que dicha realidad. Esa escuela es real porque está en televisión, no porque se parezca a aquellas a las que lo chicos asisten todos los días. Con las Divinas y las Populares ocurre lo mismo, nuestra sociedad no está llena de Divinas, aunque hay cada vez más, pero en los medios aparecen como un modelo. Las Populares no tienen tan buena prensa. Probablemente lo que tengamos en la realidad es un nuevo equilibrio entre ambos universos de valores. Entonces, dejemos de horrorizarnos, los chicos no han cometido ninguna herejía, compraron los valores de una sociedad adulta que se los transmitió. Queremos parecernos más a las Divinas/Divinos que a las/los Populares, incluso es probable que elijamos una presidenta más cercana a los valores de las Divinas que a los de las Populares.

El autor es licenciado en Ciencias de la Educación e investigador del Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación (Unesco).

martes, 9 de octubre de 2007

Valores en la educación

Le preguntaron Borges una vez que creía de que el fútbol sea tan popular. "La estupidez es muy popular" contestó. Da como para opinar quizás. Los que estén de acuerdo pueden mandar un mensaje de texto con la frase "Volvé Riquelme por favor" al 2-0 2-0

Bueno, después de mucho pensar finalmente me decidí por una forma de tratar el tema. Voy a puntualizar una por una todas las fallas del sistema, explicar dónde creo que está el error y cómo me parece que podría reformarse.

Intentaré no pedir reformas imposibles, por lo que debo decir que el tiempo para dar algunas materias nuevas o reforzar otras, debe salir de otras materias o temas específicos con poca importancia. Considero que estudiar durante dos meses el sistema solar todos los años hasta sexto grado es algo poco importante, sobre todo si después viene un científico pelotudo y te dice que Plutón no es un planeta. Después podemos discutir cuáles son los temas que no sirven.

Bueno, lo que quiero marcar hoy es lo racionado con los valores morales que debe fomentar la escuela. La escuela primaria no debe tener como único objetivo la educación en cuanto a conocimientos técnicos. La educación moral y la inculcación de valores es de vital importancia. Es la mejor manera de evitar los crímenes y formar una sociedad más solidaria.

Debe hacerse en la escuela primaria porque una vez que llegan a la secundaria todos tienen una forma de ser más o menos formada y es más difícil llegarles. Lo que hay que hacer, para dejar de adornar todo con palabras lindas y decir la verdad, es lavar las cabezas de los niños. Hay que machacarles una y otra vez por qué uno tiene que ser bueno. Muchas personas no religiosas piensan que la religión es un lavado de cerebro que se usa para manejar a la gente. Pueden tener razón, pero la verdad es que si todos cumpliéramos con lo que dice la Biblia, éste sería un lugar mucho más bonito, sin importar si Dios existe o no. Con esto no digo que la religión tiene que ser el método para enseñar valores (puede usarse en colegios religiosos). Podemos buscar otras formas para mostrar que todos nos beneficiamos si somos buenas personas (ver: Emile Durkheim, "La moral").

Una de las cosas más importantes es el ejemplo. Hay que tratar de ser justos. El que actúa mal debe ser castigado y el que hace las cosas bien, recompensado. Si bien es importante actuar bien en todos los casos, es más importante aún si tenemos que dar el ejemplo a un niño. No estoy hablando de no robar o no matar, lo que es fácil de cumplir, sino de respetar a los demás, tratar a todos como iguales, no mentir, no comprar cosas robadas, no darle coimas a un policía ni hacer trampa en los deportes. Cosas que muchas veces no solamente hacemos, sino que además, con orgullo y alardeando acerca de lo vivos que somos.

En cuanto a contenido académico, una materia como "Formación ética" es de vital importancia en la escuela primaria (últimos años).

Y finalmente creo que no descubro nada si digo que, hoy por hoy la televisión y los medios educan más que la escuela. Y no educan precisamente bien. Por los medios se transmiten valores falsos, se les da una importancia excesiva a algunas cosas que no tienen ningún valor o no deberían tenerlo. Hablo específicamente de: fama, éxito, sexo y consumo (el dinero se fomenta desde mucho antes de la aparición de la radio o los diarios y no creo que haya cambiado tanto la concepción que hay de él.) Esto es un tema que habría que tratar en las casas, no en la escuela primaria. Pero muchas veces (o casi siempre) no se hace, por lo que sería interesante tratarlo en el colegio.

Esa es mi próxima publicación. Si pongo todo ahora nadie lee nada porque le parece largo.

Suerte
Javier